29 de diciembre de 2009

LLUVIA II

Río Guadalquivir, noviembre de 2009. La línea negra indica la altura actual de hoy, unos 6 metros por encima de su cauce normal, y que debido a su desbordamiento no he podido fotografiar.

El día 6 de octubre hacía una entrada en referencia a la lluvia, privilegio de zonas del mundo con su agua, que a nuestra tierra no llegaban. Aquella foto del puente de Cantillana, con aguas en sus bases a despegar, hoy se repiten, porque de forma generalizada, desde el 16 de diciembre, hizo su presente a Andalucía.

Los datos que puedo obtener de forma oficial, y a través de la página web de la Consejería de Agricultura y Pesca, acerca de las últimas lluvias recogidas en Andalucía, ofrecen registros muy diferentes, pero con algo en común, la lluvia hizo presencia cuando quedaban cuatro días para acabar el otoño. Desde el 16 de diciembre y hasta el 22 del mismo mes (al día de hoy sólo hay datos hasta el día 22, cada jornada se actualizan), en ocho estaciones de nuestras provincias se recogieron la siguiente pluviometría:

- Nijar (Almería): 37,3 l/m2.
- Jérez de la Frontera (Cádiz): 116,9 l/m2.
- Córdoba (Córdoba): 111 l/m2.
- Cartaya (Huelva): 81,8 l/m2.
- Santa Fe (Granada): 55,6 l/m2.
- Baeza (Jaén): 87,4 l/m2.
- Ronda (Málaga): 138,8 l/m2.
- Sevilla (Sevilla): 156,6 l/m2.

Desde el día 16 de diciembre al día 29 del mismo, y a las 10:00 horas, en la ciudad de Sevilla (Distrito Macarena), se llevan registrados 275 l/m2. Tal cantidad de agua y en muy pocos días provocan subidas en los ríos y arroyos, con las consiguientes inundaciones originadas por los desbordamientos, así como desprendimientos y encharques. Aunque también el agua nos trae buenas noticias, como la registrada por ABC en el día de ayer, donde se hace referencia al estado del pantano de los Melonares (construido recientemente para el consumo de agua de Sevilla), el cual se encontraba “vacío” antes de las lluvias citadas y al día de ayer al 30% de su capacidad total.

Sin embargo, las consecuencias más graves para el ecosistema, son sin dudas las erosiones provocadas en el suelo, debido a la alta pluviometría en pocos días. Los arrastres de tierra vegetal hacia los cursos de agua, provoca pérdidas de suelo fértil en los campos agrícolas, dehesas y sierras, pero no acaba aquí los daños, pues estos arrastres son depositados en los cauces fluviales, originando que el fondo de dichos cauces suban de cota, reduciendo los cursos por donde el agua debe llegar al mar, y provocando desbordamientos de ríos y arroyos, disminución en las capacidades de nuestros pantanos, y sin duda, turbidez en las aguas. Esta turbidez, unida a los arrastres depositados (fangos) originan graves daños en nuestros ríos, desde contaminación por metales hasta mortandad de peces y fauna acuícola.
La incidencia de la turbidez en las aguas del Guadalquivir, ya se recogía en el artículo “La extraña y permanente turbidez del río Guadalquivir“ (weblogs.madrimasd.org/remtavares), turbidez provocada sin duda por la erosión de la Cuenca del Guadalquivir. La única forma natural de prevenir la erosión, son los terrenos ocupados por plantas y árboles.


INFORMACIÓN OBTENIDA EN:

DATOS CLIMÁTICOS ESTACIONES RAIF, JUNTA DE ANDALUCÍA
http://dgpa.besana.es/clima/inicio.do

ABC
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-28-12-2009/sevilla/Sevilla/las-ultimas-lluvias-llenan-el-pantano-de-melonares-hasta-el-30-de-su-capacidad_1132758573010.html

WEBLOG MADRI+D
http://weblogs.madrimasd.org/remtavares/archive/2008/09/02/99941.aspx

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