10 de marzo de 2010

SAPO CORREDOR

Sapo corredor
Puesta de sapo corredor


Paso subterráneo de aguas

El largo período de lluvia que afecta a la Comunidad de Andalucía no se daba quizás, desde las inundaciones de 1962 y 1963. Aunque en 1995, el Guadalquivir inundaba pueblos y campos a su paso, el temporal de agua que nos afecta, no podría compararse más que a los de los años 60.

Más adelante, publicaré una entrada con datos de las lluvias de este invierno, pero en la entrada que nos ocupamos, me gustaría hacer referencia a los cursos de agua que se han originado por la acumulación de lluvia.

Desde hacía años, quizás más de 20, no veía las antiguas fuentes naturales emerger en mi dehesa. En estos años, las fuentes han estado secas, debido a la escasez de lluvias, y el aprovechamiento de las aguas subterráneas, para usos industriales, mineros, agrícolas y lúdicos. Pero 2010, se recordará por las nevadas, que en más de 50 años no se producían en la vega del Guadalquivir, y ahora por sus inundaciones, provocadas por un invierno con una media superior a 800 L/m2. Este hecho inusual, de acumulación de precipitación en sólo tres meses, ha originado cursos de agua, que ya habían pasado a la historia, cursos antiguos por donde el agua besaba la tierra, que en los años se les privó de su beso. La acumulación de agua en los acuíferos subterráneos, llegó al tope de su capacidad, al igual que en los pantanos, y las fuentes que refrescaban en su tiempo, emergían de nuevo a la superficie. Un invierno cómo los de los años 60. Dehesas llenas de vida, de agua y por fin de luz.

Estos cursos de agua, originados por la constante lluvia, han provocado hechos que en años normales, es muy difícil de observar. Uno de ellos, el de encontrarme una puesta de sapo corredor (Epidalea calamita), en el paso subterráneo de evacuación de aguas de una carretera comarcal. Normalmente este paso de agua no presenta agua, pero el ritmo constante de lluvia de los últimos meses, ha originado un pequeño curso de agua constante en él, originándose una charca justo en la llegada a la carretera. El hábitat natural de este sapo, se sitúa en prados, riberas, dunas, huertos, etc., aunque parece haberse desplazado este año, pues las grandes zonas inundadas y la humedad altísima en nuestra Comunidad, ha elevado las zonas aptas a colonizar. Aunque tiende en su reproducción a buscar charcas temporales, en este caso, destaca que este paso subterráneo, no presenta un acúmulo de agua espacial apto para la reproducción del mismo, aunque sí, el elevado días de lluvia ha originado un lugar ideal para sus crías.

Otra curiosidad, encontrada es la nascencia de plantas en lugares inauditos, como en ladrillos de fachadas, o bien en pequeñas fisuras de piedras, y simplemente, porque ha llovido cada dos días, lo ideal para una planta con sustrato sin capacidad de retención de agua.

Aunque quizás los más beneficiados sean los hongos, ya que al elevado porcentaje de humedad, y en breve, a pocos días de la primavera, se le unen las óptimas temperaturas, que se situarán por encima de los 20 ºC

Si las previsiones continúan con precipitaciones, el sapo corredor, será habitual de verlo en campos próximos a nuestros pueblos, quizás le haga honor su nombre.

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