Este año ha sido óptimo para la vida y reproducción de unos insectos tan ofensivos y afectuosos como son los lepidópteros. Estos seres tan avanzados morfológicamente, que en estado adulto presentan diferentes colores en su cuerpo, desde grisáceos y apagados, hasta intensos y llamativos, han sido causante de cuantiosas pérdidas de cosecha en cultivos tan arraigados en Andalucía como el algodón. Pequeños seres vivos, que en estado de larva viven días (normalmente 12 a 28 días), pasando después a pupa (6 a 8 días) y posteriormente a estado adulto, que es el más conocido, "la mariposa" cuya vida suele ser de 10 días. Si contamos el estado de huevo (2 a 9 días), un lepidóptero (gusano u oruga) suele vivir de media entre 30 a 65 días, pero su vida ha sido tan acelerada que no han tenido tiempo de crear conflictos interiores, aunque si exteriores. ¿Sería necesario acelerar nuestras vidas cuando tenemos conflictos interiores?
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